La localidad retrocedió a un pasado lleno de trovadores, arqueros y nobles caballeros. Dentro de las actividades promovidas por la Ruta de los Castillos y de las Batallas de la Diputación Provincial, este fin de semana la localidad de Baños de la Encina ha celebrado la Noche Andalusí de la Rosa.

www.ideal.es JOSÉ LUIS LÓPEZ | BAÑOS DE LA ENCINA
Fue hace siete años cuando se inició esta celebración entonces llamada Noche Medieval que más tarde pasó a conocerse como Jornada Andalusí de Bury-al- Hamma, nombre de la fortaleza árabe que preside la localidad, para después, cada año, centrarse en una faceta de la vida y las leyendas del periodo andalusí.
El escenario no podía ser más adecuado; todo el casco antiguo de la villa de Baños de la Encina parecía haber retrocedido en el tiempo, mostrándose adornado con guirnaldas, colgaduras, blasones de hidalguía, antorchas y pendones de las épocas de alternancia o de convivencia entre andalusíes y castellanos.
Zoco medieval
Así, el corazón de la población daba acogida a los numerosos actos que se fueron desarrollando desde la tarde del viernes hasta bien entrada la madrugada del domingo. Un zoco medieval instalado en la plaza de La Constitución frente a la iglesia renacentista de San Mateo y el recio edificio del Ayuntamiento, transportaba al visitante a tiempos pretéritos donde ricos dulces, artesanías diversas, taller de encaje de bolillos y tenderetes con mercaderes y comerciantes ataviados a la antigua usanza evocaban el pasado de esta población. Trovadores, malabaristas, flautistas, gaiteros, arqueros y ballesteros, gente de a caballo, damas y nobles caballeros de Calatrava y Santiago ambientaban a la perfección el marco monumental a la vez que tomaban parte en juegos a la antigua usanza y representaciones programadas por el Ayuntamiento de la localidad.
En la explanada de Santa María del Cueto, justo a las faldas del recién restaurado castillo califal de Bury-al- hamman, hubo funciones teatrales, guiñol, danza y recreaciones de caballistas moros y cristianos representando una contienda que terminaría con la ‘entrega de la rosa’, como muestra de paz, a las damas que cada caballero hubiera elegido. Los sonidos andalusíes los ponía el cuarteto Ibn Jaldún, en concierto
frente a la alcazaba iluminada.
El concejal de Turismo, José María Cantarero, destacaba la significativa participación de los colectivos bañuscos en la actividad y se felicitaba por el éxito de estas jornadas medievales y andalusíes que se cerraban a altas horas de la madrugada con el pasacalles final de fuego ‘Noite Ardente’.
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